La sexta no puede...

Vaaaaaya por dios..... Cuando Tele 5 compró los derechos de retransmisión de la F1 ante la inminente llegada del "huracán Alonso" temí que cambiarían los planos subjetivos de los coches por tomas a ras de suelo de las pit babes... 30 años de carne estofada les avalaban.

Y por allí aparece Antonio Lobato, un presentadorcillo de deportes con un 20% de talento comparativamente hablando que Olga Viza, y por ahí por ahí con JJ Santos, y de repente y de la noche a la mañana se convierte en sucesor de Yul Bryner y en Telecinco, que tontos no son, ponen el Marketing a trabajar y con el axioma español "siganasvoycontigo" comienzan su labor evangelizadora. La F1 es una cosa que se inventó en 1950 para que el piloto de Oviedo subiera al Olimpo de los Dioses, y Ascari, Fangio, CLark y Stewart solo rellenaban el palmarés en espera de que Alonso llegara y le diera brillo. Y así, Lobato comenzó su tarea evangelizadora...

"Repetid conmigo...
Fernando Alonso?
-Bueeeeenoooo
Ferrari?
Maaalooooo
Schumacher?
Trampoooosoooo...."

Y con estas lides nos tiramos tres o cuatro añitos escuchando tonterías micrófono en ristre en el que los éxitos eran sobreponderados y los fracasos tenían múltiples culpables (jamás el piloto)... Y consiguió su objetivo. Mucha audiencia... Montmeló lleno (Ah, que ya se llenaba antes? Antes de qué? de Alonso? Había algo antes?? No puede ser) y anuncios... muchos anuncios... muchísimos anuncios... Algo lógico en una retransmisión deportiva.

De modo que Alonso ganó dos títulos. Las agencias de viajes hicieron su agosto con los viajes a diversos lugares del mundo de los de la camiseta Mild Seven y lo más importante. Nadie aprendió un carajo del deporte este, todos odiamos a Schumacher, a Hamilton y a Ferrari (No os preocupéis, el odio a Ferrari es como el OTAN NO del 82), y llegamos a la conclusión de que el reglamento debía estipular que todo aquel que moleste al Renault en pista debe ser fusilado al instante.

Pero, ay amigos... cuando todos pensábamos que no podía ser peor... Llegó la Secta. Perdón, la Sexta. Y con ella... Lobato Superstar. En esta nueva cadena no sólo tuvimos el triple de comentarios absurdos, el triple de publicidad y el triple de forofismo, sino que además descubrimos que Pedro de la Rosa tenía la misma velocidad pura que Kimi Raikkonen, que sin duda merecería conducir un McWilliams con motor Rolls Royce, que Jaime "cualifaing" Alguersuari era un campeón en potencia, y que naturalmente todos los managers de los equipos eran unos tuercebotas por no darse cuenta.

Claro que con las cabeceras diseñadas para tales eventos, en las que todos se chocan para que el piloto de casco azul gane, o se aniquilan en una carrera de vainas con rayos láser podemos hacernos una idea del tipo de "deporte" que ansían tener y mostrar.



El caso es que cuando de cara al año que viene esperaba ver como se ponía verde a la FIA por no admitir que el mejor f1 de la historia podría ser construido por SEAT, van y me sueltan que la Secta (Otra vez, perdón) no tiene pasta y tiene que revender los derechos de retransmisión. Después de horas y horas de entrenamiento mental para que cada vez que mi cerebro detecte la voz del profeta desconecte y cuando hable Marc Gené o de la Rosa vuelva a conectarse... ahora me lo van a quitar???

No, por favor, quienquiera que se haga con los derechos que le lleve con él. Él es la F1 española. La Españish Formula Guan...

Y ahora diréis... Tu eres un antialonsista de shit....
No señores, en absoulto. He disfrutado como el que más de su talento y extraordinaria conducción, de su ritmo de carrera y de su habilidad para acostumbrarse a todas las circunstancias y mejorar,. Pero también disfruto con Schumacher, Raikkonen, Hamilton, Hulkenberg... Y me cansa que intenten hacérmelo tragar. Me gusta elegir lo que como