Dario Franchitti es uno de esos pilotos europeos que pasan su vida deportiva (y la otra) en los EE.UU., por que saben que el camino es menos político, las oportunidades mayores, las carreras más longevas, y los premios son más repartidos.
Si le preguntas si se quiere pasar a la F1 se lo pensaría dos veces, y eso que nadie duda que posee más calidad que algún que otro de los que conforma la actual parrilla de los grandes premios.
Franchitti lo ha ganado todo, las 500 millas y el campeonato Indy, que cada vez es más interesante. Incluso ha probado en la NASCAR con no demasiada fortuna, ya que es un campeonato peculiar.
Ayer obtuvo una nueva victoria en el mítico óvalo, seguido de Dan Wheldon y Marco Andretti que le vuelve a poner en la pomada por el título. También constatable que su equipo, el Chip Ganassi Team, ha conseguido el hito de ganar en este año esta prueba, y también las 500 millas de Daytona en la NASCAR.
Aunque si una imagen tiene que protagonizar este post es la del accidente de Mike Conway que se produjo a pocas vueltas del final. Tranquilos. Está bien.
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