Si hay algo que me encanta, y que solo se da a principios de año, son los equipos valientes que no tienen unas "ferreas" órdenes de equipo (las pequeñas insinuaciones siempre se dan). Y es esta ausencia la que nos ha proporcionado un Gran Premio emocionante y bonito, porque si al momento "videojuego arcade" de Vettel y Webber, que comentaremos en otro post, le sumamos el duelo final de los McLaren, que hizo que a Whitmarsh le salieran 4 canas más, nos da como resultado la hermosura de cuatro grandes pilotos con coches práctiamente iguales.
Finalmente la victoria de Hamilton se puede considerar merecidísima, ya que su carrera fue perfecta, solo empañada por un pit stop problemático. Supo aguantar, presionar, y cuando Button le lanzó un órdago demostró tener "un par de reyes".
Jenson, magnífico, supo reponerse a una falta de ritmo inicial con una sucesión de vueltas rápidas que le devolvieron arriba, y en la única oportunidad que tuvo se dedicó a desmotivar a los que aducen su falta de agresividad.
Webber, cada vez me gusta más. Hace poco comenté que su cara reflejaba muy bien su estado, y una vez más se repite. Su cara de susto previa al podium era la del niño que ha copiado en el examen y espera la reprimenda. Alguien de su equipo debió hablar con el camino de la rueda de prensa, porque en ella, vimos que el niño Webber había descubierto que al que pillaron copiando fue a su compañero de pupitre, así que, sin hacer sangre (por si acaso) demuestra su posición victoriosa.
De Vettel, solo decir que reafirmo mi anterior pensamiento. Parece un conejo en una reunión de cazadores.
De todas formas esto me ha dado la idea para inaugurar una nueva sección llamada "la culpa es tuya" en la que analizaremos episodios como este en la historia de los grandes premios.
Del resto de la parrilla poco que contar. Si en Malasia los Mercedes demostraron que no están para el título, esta carrera deja muy tocada a Ferrari, que de no ser por las luchas entre los 4 de arriba estarían prácticamente descartados. Massa sigue en una línea bastante plana y Alonso ha vuelto a fallar. Aunque nuestros sabios comentaristas pretendan culpar al coche, Massa se clasificó para la Q3. Lo mismo puedo decir para De La Rosa con Kobayashi (ya le pasó en Mónaco). Que sus coches no vayan bien no es excusa para su escaso rendimiento.
En fin, llegamos a la época de circuitos clásicos con mucha emoción en la pista y en el box.
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